Si quisiéramos saber de la Educación Peruana basta observar en el espejo de la educación chilena. Los gobiernos de Fujimori, Toledo y Alan García no han tenido ni el mínimo criterio para saber de lo se trataba, de la experiencia más desastroza y autoritaria que se haya podido experimentar. El modelo chileno está devastado, no sirve, pero sin embargo nuestros presidentes y sus políticas de Estado jamás hicieron nada para desecharlo, porque eso tenían que hacer. Jamás quisieron saber que en Chile existe más de 60 escalas remunerativas para maestros de escuelas, que las escuelitas son especies de cárceles en donde los niños padecen torturas y son sometidos al capricho de modelos que el mercado impone como mercancia, antes que como derecho a la educación. Los gobiernos peruanos peor que no darse cuenta de esto, lo que hicieron es imitarlo y aquello fue un burdo plagio de ese modelo que ha dejado a la educación chilena como un campo de batalla en donde lo que más han perdido como siempre son los más pobres.
La educación chilena es el modelo del Banco Mundial, tal como aquí lo impuso sin contemplación la derecha, porque hasta el nombre lo tiene, municipalización de la gestión educativa, tal como los funcionarios del Ministerio de Educación fueron a copiarlo para imponerlo aquí y ponerlo a disposición del mercado, porque ese fue su objetivo principal, privatizarlo. Quien cree que la municipalización de la gestión educativa es la solución, anda más perdido que un aprendiz de parasicología. De igual manera, quienes creen que la mal llamada nueva Carrera Pública Magisterial es la solución, es porque ignora la realidad educativa y creen que quitando derechos a los maestros la educación va a mejorar, cuando todo sabemos que ese modelo es tan desfasado que quieren hacernos creer que la educación medieval es superior a la educación científica de las sociedades en donde la hegemonia de poder popular predomina en beneficio de las grandes mayorías.
Una educación de calidad para el pueblo necesitamos urgente, en la que los maestros seamos sus protagonistas principales, si es que queremos en verdad, Revolución Educativa.
El artículo de Pedro Godoy, del Centro de Estudios Chilenos, es la mejor mirada a esa realidad que la derecha peruana jamás quiso entender.
Carlos Augusto Rivas Secretario General SUTE XVIII