La situación mundial en pleno siglo XXI no augura un buen porvenir para la humanidad si no tienen en cuenta nuevos derroteros sociales y políticos que conduzcan a una interacción armoniosa y justa entre las personas y los pueblos, cualquiera que sea su raza, su cultura, su credo, su posición política, religiosa o geográfica.
Son muchos los males que hoy aquejan a toda la humanidad: la guerra, el hambre, la miseria, el analfabetismo, el desempleo, el deterioro vertiginoso del medioambiente. Está en riesgo la vida del planeta y con ella, de la humanidad entera.
La globalización neoliberal propone la educación hegemónica occidental como la más avanzada y adecuada para toda la humanidad. Desde el punto de vista educacional esto es dramático, ya que reduce la idea de formación de la ciudadanía a la simple formación para el mercado y la educación se confunde con el derecho del consumidor en general.
Ante estas realidades se hace cada vez más evidente la necesidad de orientar de manera eficiente y efectiva el desarrollo social en sus diferentes dimensiones para lo cual se necesita de un proceso educativo que impulse el desarrollo humano y que permita desde la educación y la cultura fundamentar la formación de hombres y mujeres comprometidos con su tiempo.
La historia de la humanidad ha demostrado que lo indispensable para el desarrollo de cualquier nación es el grado de educación de sus recursos humanos. Ni los recursos naturales, ni financieros, por sí solos, pueden determinar las riquezas de una región o país; estos sólo cobran su verdadero valor bajo la influencia de la acción del hombre. La evidencia histórica, además, respalda la opinión de que ninguno de los países altamente industrializados de nuestros días logró un crecimiento económico significativo antes de alcanzar la universalización de la educación primaria.
Una perspectiva global en la educación ayuda a los niños, niñas y jóvenes a darse cuenta de las interrelaciones que hay entre las diferentes partes del mundo, el modo en que los acontecimientos pasados y presentes configuran el futuro y las conexiones entre los procesos sociales, económicos, políticos y medio ambientales.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO: 1998) ha direccionado sus acciones hacia el logro de una educación por y para todos y todas, a lo largo de toda la vida y con igualdad de condiciones, ya que, en esos términos, la educación se considera como la clave de la transformación pacífica del mundo, el principio dinámico capaz de garantizar el desarrollo moral y material de la sociedad.
El nivel de avance logrado en el mundo actual da cuenta de que la formación del hombre debe trascender a la mera transmisión de los conocimientos teóricos y alcanzar el desarrollo deseado. Esa es la gran meta y la cuestión fundamental que debe plantear el proceso educativo en el mundo de hoy.
La educación de calidad es un derecho y deber de todos. Sin embargo, en ausencia de una educación totalmente desarrolladora, la participación ciudadana en la toma de decisiones resulta muy baja y casi inexistente.
Por tal razón no puede pasar por alto referir la relación de la educación, en el sentido más amplio, con un nuevo concepto del desarrollo, valores y de la libertad. La educación es una de las vías hacia lo que se podría llamar la creación de una conciencia común de los pueblos, que va más allá de las diferencias que separan a los países y a los pueblos de nuestro planeta.
Por ello, confiamos que el presidente electo Ollanta Humala, dará prioridad a la educación, destinándole los recursos que necesita, respetará a los maestros y atenderá las necesidades de los alumnos y emprenderá los cambios que nuestra sociedad aguarda con interés y que la educación vuelva a ser un DERECHO INALIENABLE DEL SER HUMANO Y NO UN SERVICIO PÚBLICO ENSENCIAL.
En estas circunstancias, el magisterio limeño espera que el próximo gobierno de gana Perú efectué una verdadera reforma educativa que devuelva el valor y la hegemonía de la escuela y sobre todo cumpla con sus promesas de cambio y transformación que el pueblo necesita.
Por todo ello, éste 6 de julio sea un espacio más de reflexión y así consolidar los 39 años del SUTEP y EL DÍA DEL MAESTRO.
FELIZ DÍA MAESTRO
UN SALUDO CORDIAL Y FRATERNO DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL SUTE LIMA
ALFREDO VELÁSQUEZ ACOSTA
SECRETARIO GENERAL
SUTE LIMA